“Pase de cavar 3 tumbas a 15 por dia “: el duro relato de un sepulturero agotado por la pandemia
A Jose Luis le toca lidiar con la muerte todos los dias.
Es un sepulturero en Bolivia que ya tiene la espalda muy cansada por la cantidad de trabajo debido a los fallecimientos por el coronavirus.
Vive en Santa Cruz de la Sierra, la ciudad que es el motor economico de ese pais y que, por mucha distancia, es la mas castigada por la pandemia.
Tiene dos hijos y su mayor terror es que alguno de ellos se contagie.
Este es el relato que compartio con BBC Mundo.
Estamos bien golpeados por esta pandemia que ha llegado aca. Estamos viviendo el brote mas fuerte aqui.
Trabajando en el cementerio, antes de la cuarentena, entraban uno, dos, tres. Maximo cuatro llegaban donde nosotros teniamos que enterrar. Cuando ya llego la pandemia se ha duplicado o triplicado. Se necesitaba si o si personal. Pase de cavar tres tumbas a 15 por dia.
Mi fuente economica era ver lo de los fallecidos. Haciamos turnos con mi sindicato. Ahora cuando llego el virus todo ha cambiado, practicamente todo ha cambiado. Tenia mucho mas trabajo y yo tenia que llevar a mis amigos para que nos ayuden. Hay poca gente que quiere tomar ese riesgo.
Tengo varios amigos que no tienen ni un peso para llevar el pan a su hogar, por eso prefieren arriesgarse. Se atreven por eso.
Uno al verlo al virus a la cara, le cambia todo. Ver a la persona que estamos sepultando y a los familiares que pueden estar infectados nos asusta. Pero por la necesidad que tenemos con mis amigos vamos con ese riesgo. Es el riesgo que podemos correr, pero tenemos que llegar con plata a nuestra casa. La necesidad obliga.
Yo quiero que ya pase esto. Que exista una pronta solucion, con tantos profesionales en el mundo. Espero ver que aparezca el medicamento necesario para afrontar este virus que esta golpeando fuertemente a Santa Cruz. Aqui ha brotado hartisimo. Los muertos son bastantes.
Yo que estoy trabajando aca, veo de los familiares el dolor que sienten al enterrar a una persona. Veo el dolor que sienten al enterrar a varias personas. El llanto. Por eso tomo todas las precauciones para no sufrirlo.

Vi el dolor, el sufrimiento de tanta gente.
Vi que mucha gente no tenia muchos recursos.
Los primeros dias no podia soportar el dolor. El cuerpo se va acostumbrando, pero los primeros dias era algo que asfixia. Uno siente que ya no puede ni respirar… pero con el trabajo constante uno se acostumbra.
Mis compañeros ya no pueden mas cavar fosas. Ya no quieren cavar porque ya no se sienten con tanta energia.
Yo para mis hijos voy a darlo todo. Todo, todo. Espero que tengan todo lo que nunca tuve… como un padre que este a su lado. Que este siempre adelante para ellos.
No quiero tropezar, no puedo. Por eso quiero que esta pandemia se acabe.