Joe Biden: las tragedias personales en la vida del candidato democrata y como son su carta para unir al pais despues de Trump
“Prometeme que estaras bien, papa”.
Eso le pidio Beau Biden a su padre, Joe, poco antes de morir.
Al hijo mayor del aspirante democrata a las elecciones presidenciales de Estados Unidos del proximo 3 de noviembre le diagnosticaron una agresiva forma de cancer cerebral en 2013.
Murio dos años mas tarde, en junio de 2015, pocos dias antes de que Donald Trump lanzara su campaña para conseguir la nominacion del Partido Republicano para las elecciones de 2016 que lo catapultaron a la Casa Blanca.
Joe Biden, que entonces era vicepresidente de Estados Unidos con Barack Obama, tambien se habia planteado pelear entonces por la presidencia de su pais, pero la muerte de Beau le hizo descartar esa opcion, en contra incluso de la voluntad que habia expresado su hijo.

Ahora, cuando acaba de ganar oficialmente la nominacion de su partido durante la convencion democrata,, reflexionamos sobre la tragica vida personal de Biden, el impacto que ha tenido en la definicion de su caracter y como esta puede ser su principal baza para derrotar a Trump.
En un emotivo discurso pronunciado en el marco de la convencion, su esposa Jill Biden resalto su capacidad de rehacerse tras las desgracias y de seguir trabajando por los demas.
“Hara por tu familia lo que hizo por la nuestra: unirnos y completarnos”, subrayo.
“Levantate”
Joe Biden, de 77 años, se crio en una familia de clase trabajadora y de creencia catolica.
Su madre tenia un fuerte compromiso con la justicia social y su padre repetia una y otra vez un breve pero contundente mantra como consejo de vida: “Levantate, levantate despues de haber sido derribado”.
Una leccion que Biden aprendio no solo de boca de su padre sino por propia experiencia.

Recien cumplidos los 30 años, Biden se sentia capaz de comerse el mundo.
Era noviembre de 1972. El joven abogado estaba casado con Neilia, una mujer de la que se habia enamorado a primera vista unos años antes.
La pareja tenia tres hijos -Beau, Hunter y Naomi- y Biden acababa de ganar un escaño en el Senado de EE.UU. por el estado de Delaware.
Se iniciaba asi una carrera de mas de 40 años en la politica estadounidense.
La llamada del horror
Dias antes de Navidad, Biden estaba en Washington DC entrevistando a personal para su despacho cuando recibio una devastadora llamada.
“Su esposa e hija han sufrido un terrible accidente. Tiene que regresar a casa”, dijo la joven voz al otro lado de la linea. Biden supo en ese momento que su mujer habia muerto.

Posteriormente se conocieron los detalles del accidente.
Neilia y los tres niños volvian de comprar el arbol de Navidad cuando un camion que transportaba mazorcas de maiz choco lateralmente con su auto.
La mujer, de 30 años, y la hija pequeña, Naomi, de 13 meses de edad, murieron. Los niños Beau, de 3 años, y Hunter, de 2, resultaron gravemente heridos y fueron hospitalizados.
Empezaba una etapa de dolorosos contrastes en la vida de Biden.
El duelo y la responsabilidad
“Joe lo tenia todo”, diria su hermana, que dirigio la campaña de Biden para el Senado.
“Pensabamos que nada podia detenernos”, comento un amigo de la secundaria.

“Los primeros dias”, escribio años despues el propio Biden, “me sentia atrapado en un vertigo constante, como esos sueños en los que de repente sientes que te caes, aunque en mi caso caia constantemente”.
El politico reconocio que llego a preguntarse si podria seguir adelante.
“Empece a comprender como la desesperacion lleva a la gente a liquidarlo todo, como el suicidio no era solo una opcion sino una opcion racional. Pero miraba a Beau y Hunter dormidos y me preguntaba que terrores tendrian ellos en sus sueños y quien les explicaria mi ausencia. Y supe que no tenia mas eleccion que luchar para seguir vivo”.
Esa determinacion llevo a Biden a jurar su puesto como senador en la habitacion de hospital donde Beau permanecia ingresado.
No fueron meses faciles, el exvicepresidente recuerda que sentia tanta rabia que en ocasiones vagaba por las calles en busca de problemas.

Uno de sus nuevos colegas, el senador John McClellan, que tambien habia sufrido terribles perdidas en su familia, le aconsejo que se “enterrara en el trabajo”.
Pero no queria alejarse de sus hijos.
De esa epoca data una de las anecdotas destacadas de sus primeros años como senador: cada dia hacia en tren el trayecto de ida y vuelta entre su casa en Wilmington, Delaware, y Washington DC, mas de 300 kilometros diarios para estar cerca de los suyos.
Fue asi como Biden desarrollo un estrecho y especial vinculo con sus hijos que, decadas despues, profundizo el desgarro que supuso perder tambien a Beau.
Trabajo y esperanza
Siguiendo el consejo de sus allegados, Biden se entrego a su trabajo como senador, que desempeñaria durante mas de 30 años.
Pero tambien le presto atencion a su vida personal.
En marzo de 1975, salio en una cita a ciegas concertada por su hermano Frank con Jill, estudiante de ultimo curso en la universidad.
Jill y Joe se casaron en 1977 para alegria de Beau y Hunter, que se habian encariñado casi de inmediato con ella. En 1981, la pareja tuvo una hija, Ashley.

Sin olvidar el recuerdo de Neilia y Naomi, Biden sintio que su familia volvia a estar completa.
Hasta que se vio sacudida por una nueva tragedia.
Una promesa
Beau Biden no siguio los pasos politicos de su padre. Desplegado con la Guardia Nacional a Irak en 2008, Beau fue fiscal general del estado de Delaware por dos periodos.
En el desempeño de ese trabajo conocio a la senadora Kamala Harris, entonces fiscal general de California y actual candidata a la vicepresidencia de EE.UU.
La relacion de amistad y mutua admiracion entre Beau y Kamala fue uno de los factores que motivo a Biden a elegir a Harris como compañera de formula.
Cuando en 2013 los doctores le diagnosticaron a Beau una rara forma de cancer cerebral, los Biden intentaron no perder el animo, pese al desalentador pronostico.

El exvicepresidente plasmo los detalles de como fueron los dos años de enfermedad de su hijo en el libro Promise me, Dad (“Prometeme, papa”) publicado en noviembre de 2017.
“Una noche, cuando estaba claro que las probabilidades no eran buenas, Beau me pidio que me quedara en su casa despues de cenar”, conto Biden en una de las presentaciones del libro.
“Me dijo: ‘Papa, se que me amas mas que nadie en el mundo. Pero prometeme que estaras bien. Yo estare bien, papa’.
“Estaba cara a cara con la muerte. Me vio sufrir la perdida de su madre y hermana. Y no queria que me encerrara en mi mismo. No queria que me rindiera ante la dureza de la vida“, explico.

“Conozco las fases del duelo, como mucha otra gente. Desde el dolor a la sensacion de desesperanza, a la recuperacion… se necesita tiempo”.
La definicion del caracter
Estos incidentes no son solo desgracias que Biden tuvo que sobrellevar, sino que influyeron en algunas de las iniciativas de su carrera politica, como sus prioridades en el Senado, su compromiso con la investigacion contra el cancer o la ya mencionada decision de no presentarse a las elecciones de 2016.
Segun sus amigos mas cercanos, exasistentes y colegas politicos, las tragedias tambien moldearon su caracter.
Le hicieron mas cercano, mas autentico, mas empatico.

Esos rasgos ya estaban ahi, pero fueron reforzados por todo lo que Biden tuvo que aprender sobre si mismo y sobre la vida mientras lidiaba con problemas tan graves, sin olvidar los dos aneurismas cerebrales a finales de los años 80 que podian haberle matado o dejado incapaz.
“Sabe lo que significa sufrir perdidas”, le dijo el senador por Delaware Chris Coons a la revista Politico, “pero tambien sabe lo que es levantarse y seguir adelante”.
“Tiene casi un superpoder en su capacidad de consolar, escuchar y conectar con personas que acaban de sufrir la perdida mas grande de su vida”, explico el senador democrata.

Algo que pueden confirmar personas que han padecido grandes desgracias, como Mark Barden, cuyo hijo de 7 años fue asesinado en el tiroteo de la escuela primaria Sandy Hook en Connecticut en 2012.
Barden recibio una llamada directa de Biden y tiempo despues conto que sintio una conexion inmediata con el entonces vicepresidente en su conversacion de mas de una hora.
En los discursos pronunciados por figuras destacadas en la convencion nacional que comenzo el lunes, hay dos palabras que proliferan para referirse a Biden: decencia y empatia.
Una importante baza
Este “superpoder de la empatia”, dicen sus simpatizantes, le puede ayudar en sus aspiraciones presidenciales.
Biden ha expresado su incomodidad ante el hecho de que alguien pueda interpretar sus palabras sobre las tragedias de su vida como un intento de despertar compasion y, en epoca electoral, de ganar votos.
Por eso prefiere limitarse a hablar de temas tan personales en entrevistas o discursos puntuales.

Pero para quienes mejor lo conocen, el haber atravesado estas dificiles experiencias le aporta a Biden un valor que no deberia esconder, ya que supone una ventaja respecto a Trump, a quien a menudo se le critica la incapacidad de ponerse en el lugar de los demas.
En opinion del senador Coons: “Biden puede sanar nuestras relaciones con el mundo, con nuestros aliados. Puede restaurar nuestra posicion de fortaleza y liderazgo en el mundo. Pero tambien puede recuperar una sensacion de optimismo y sanar las increiblemente profundas divisiones que ya existian, pero que Trump ha explotado y ampliado”.